lunes, 31 de enero de 2011

Un día como hoy...

Hoy sin duda ha sido un día lluvioso,
y no sé por qué la lluvia trae siempre consigo remilgos de nostalgia.
No sé por qué el frío se pega tanto a los huesos,
no sé por qué pega tan duro.
Quizás sea por mi fragilidad,
quizás sea porque no me cuido lo suficiente.
¿Y cómo hacer para cuidarse lo suficiente?,
¿cómo lograr que la piel no sea adherible a todo aquello que es a la vez susceptible?.
Bah, ni siquiera tengo respuestas para tales preguntas.
Solo me queda seguir viendo la lluvia,
solo me queda retozar con un abrigo para que el frío no me duela tanto,
para que la sensación de vacío no me sea más costosa.

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